segunda-feira, 15 de março de 2021

sobre a cegueira



 

Cerré mi puerta al mundo; 
se me perdió la carne por el sueño
 Me quedé, interno, mágico, invisible, 
desnudo como un ciego.

 Lleno hasta el mismo borde de los ojos,
 me iluminé por dentro. 

 Trémulo, transparente, 
me quedé sobre el viento, 
igual que un vaso limpio 
de agua pura, 
como un ángel de vidrio 
en un espejo. 






 Emilio Prados